Como el collar de perlas de tres vueltas, sus looks monocolor, su bolso de mano, la reina Isabel II hizo de su estilo de pelo, su sello personal. Durante toda su vida la reina de Inglaterra utilizó el típico corte de pelo rizado por debajo de la oreja, un peinado que llevó desde pequeña hasta su muerte. Esta fidelidad a un mismo peinado podría deberse a no querer llamar la atención en este aspecto.
Este corte lo creó el peluquero Ian Carmichael de la peluquería Trevor Sorbie de Londres, y consiste en cortar el pelo a la misma medida y utilizar pequeños rulos de forma estratégica a la hora de secarlo. Es un corte inspirado en los años 40 del antiguo Hollywood. A pesar de mantener el estilo durante los años, de los 60 al 80 lo llevó algo más largo, y a partir de los 90 lo llevó más corto.